Desde esta redacción no podemos responder a esta difícil pregunta, pero sí podemos apuntar algunos criterios que siguiéndolos dan resultados.
Todos los equipos en esta categoría juegan a baloncesto, todos salen al campo a jugar y ganar, todos entrenan para esto. ¿Quizá creemos que somos nosotros los únicos que nos esforzamos para alcanzar resultados? ¿Creemos realmente que nos merecemos más de lo que estamos consiguiendo? Ningún equipo nos va a regalar nada, ni tampoco nos va a vender su suerte.
Tener suerte se puede tener un día, pero se va tan rápido como llega. Para triunfar en el deporte, como en la vida, se necesita la buena suerte que es la que dura, esta, siempre está ahí, solo hay que cogerla.
Muchos son los que desean tener buena suerte, pero pocos los que entienden que nadie la regala y que se precisa un gran esfuerzo para conseguirla.
Si ahora no la tenemos ¿No será porque no tenemos la disposición adecuada? Jugadores, padres y entrenadores han de apoyarse. La culpa ajena, es la disculpa del cobarde. Disculpar nuestros errores, es la postura cómoda que adopta el perdedor. Trabajar duro hace que la buena suerte llegue sola.
Esta solamente depende de TI.
A partir de hoy, ¡TÚ también, con tu esfuerzo, puedes crear buena suerte!
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